Si retrocedes sin poner tus narices en el problema, estás dándote por vencido
Si, es cierto, y aplica a muchas áreas de la vida…
El otro día durante mis vacaciones y como escalador que he sido durante muchos años y habiendo crecido leyendo libros y viendo fotos de John Long, Ron Kauk, John Bachar, etc, e intentando emularlos, me encontré con este documental de netflix sobre la escalada en el valle de Yosemite.
Esto me llevó un poco más atrás en el tiempo ya que empieza básicamente con la yuxtaposición entre Royal Robbins y Warren Harding.
Ni que decir tiene que comulgaba y comulgo con la ética en la escalada que encabezaba Royal Robbins, pero a donde quiero ir es a que recordé a Tom Frost como una de las personas que acompañó a Royal Robbins al menos en dos de sus ascensiones más notables, la primera a Salathé Wall y la segunda ascensión (y para mi la primera por el estilo) a The Nose en el capitán.
Tom Frost ingeniero mecánico educado en Stanford, y con una mentalidad que no solo es buena para la escalada, sino para la vida en general. Tom decía que «empiezas abajo y aunque veas que muchos metros por encima de ti hay un obstáculo que no podrás superar, subes hasta el obstáculo. La mayoría de las veces, cuando estás cerca del obstáculo hay una manera de pasarlo. Si te das las vuelta sin llegar al obstáculo, te estás rindiendo».
En mi vida he visto muchísimos profesionales que en cuanto perciben un obstáculo en el camino, ni intentan llegar a él para superarlo. Eso es rendirse, y es la principal causa por la cual los años de práctica en una profesión pueden significar no avanzar ni mejorar en nada en nuestra práctica profesional. El talento está sobrevalorado, muchas veces es el camino, el esfuerzo y los fracasos, así como salir de la zona de confort, lo que nos hace mejorar.